NOVEDADES

Noticias y Tendencias Inmobiliarias

El ayuntamiento de Madrid, cancela todas las fiestas de distrito hasta octubre

La historia y la tradición de Madrid no se entienden sin sus famosas verbenas, tres de las cuales se celebran consecutivamente y en barrios contiguos durante el mes de agosto (del 6 al 16 de agosto en 2020). Comienzan con la de San Cayetano, en la zona del Rastro/Embajadores, continúan con la de San Lorenzo, en Lavapiés, y terminan con la más importante y grande de todas, la de la Paloma, en La Latina. 





Chulapos, chotis, limonada, calles adornadas con farolillos, vecinos bailando ´agarrado´... 

Todo ello forma parte característica de las fiestas populares madrileñas, que en verano, cuando los días son más largos, se viven con especial intensidad y gozo. Durante dos semanas, las calles más castizas de la ciudad disfrutan de sus sabores y sonidos más típicos, especialmente al caer la tarde, cuando baja el calor y apetece tomarse una bebida fresca y alguna tapa en las muchas barras que los bares de la zona instalan en estas fechas.

De marcado carácter vecinal, estas celebraciones forman parte del Madrid más auténtico, el más apegado a su tradición de pueblo festivo y sociable, que se muestra de manera sencilla, pero con mucha intención de pasarlo bien. Y por supuesto, abiertos a todo el que quiera unirse. Sus programas de actividades incluyen desde juegos, concursos infantiles o campeonatos de mus, hasta actuaciones de orquestas y grupos de pop, rutas de tapas o la procesión del santo o la virgen homenajeados.

Barrios muy castizos
Las tres verbenas se celebran en barrios muy próximos entre sí, los tres muy castizos, de edificios de viviendas decimonónicos ?entre ellos, alguna corrala? y calles desordenadas de muchísimo encanto.

La de San Cayetano se realiza en las inmediaciones de la iglesia dedicada al santo, en la calle Embajadores, así como en la Plaza de Cascorro y calles de la zona Lavapiés como Argumosa o Casino, mientras que la de San Lorenzo se celebra en este último barrio, en torno a la iglesia de este santo (calle Dr. Piga) y en la calle Argumosa.

Finalmente, las fiestas de la Virgen de la Paloma, muy celebrada en Madrid, suponen el máximo apogeo de los festejos, tanto en afluencia de público como en extensión, ya que ocupan desde la plaza de la Pajay alrededores, toda la calle Toledo hasta la plaza de las Vistillas, y vías que circundan la parroquia de la Virgen de la Paloma, en la plaza del mismo nombre.